Jo Stenuit, director europeo de diseño de Mazda, se jacta de que el rojo que utilizan en sus coches es inimitable.
Jo Stenuit dice satisfecho «muchos han intentado imitar el rojo de Mazda, pero nadie lo ha conseguido. Stenuit hace estas declaraciones con motivo de la apertura de la exposición Comunidad Circular, dentro de Madrid Design Festival (hasta el 27 de marzo). Pero, ¿por qué es este color tan peculiar?
El rojo tiene profundas raíces en la cultura japonesa; denota fuerza, pasión y representa el sol en la bandera nacional del país. Pero cuando Mazda se propuso utilizarlo en su gama hace ya sesenta años quiso dar un paso adelante y crear el rojo más bonito del mundo. Lo sea o no, lo cierto es que cuando la luz se refleja en él potencia las formas y volúmenes. Para conseguir este efecto, el fabricante aplica primero una capa de pintura que combina partículas de aluminio de alto brillo con otras capaces de absorber la luz. Sobre ella, otra con pigmentos de alto cromatismo y, por último, una capa transparente.
Así logra este tono que ya se ha convertido en una de las señas de identidad de fabricante. En realidad, no solo el color, sino también el diseño en general son fundamentales para Mazda. Por supuesto también lo es para todos los fabricantes, pero en este caso hay mucho de filosofía detrás, de esa forma de entender la vida en Oriente que tanto nos cuesta entender a los occidentales y que en el siglo XXI pasa por la sostenibilidad.