Pues sí, y el Renault Clio te demuestra que cada uno tiene una misión.
La marca francesa Renault presentaba en otoño de 2019 la quinta generación del modelo Clio, que tomó el nombre de la Musa de la Historia, para sustituir en 1990 nada menos que al Renault 5, todo un reto en aquellos momentos que ha superado con éxito.
Este Clio era el primer vehículo de la Alianza Renault-Nissan construido sobre una nueva plataforma diseñada para integrar sistemas de propulsión híbridos. El pasado diciembre llegaban los Clio E-TECH híbridos.
El Clio supera ligeramente los 4 metros de longitud. Para que nos hagamos una idea de cómo han crecido los coches en los últimos años, le saca casi medio metro al R-5 y es casi tan largo como era el R-19 y los primeros Megane, pero bastante más ancho.
Este último Clio ha mantenido una imagen similar a la del anterior, aunque es más estilizado y la construcción es más eficiente.
Si pasamos al interior los cambios han sido importantes, sobre todo en el salpicadero y cuadro de instrumentos, con la inclusión de las últimas tecnologías. Ahora la instrumentación puede ser la tradicional de relojes circulares o estar formada por una pantalla TFT en color, que puede ser de dos tamaños.
La pantalla del sistema multimedia está colocada en posición vertical, ligeramente orientada hacia el conductor. En opción puede ser de algo más grande y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
La cartografía del navegador se actualiza dos veces al año, de forma gratuita los tres primeros años, y también sirve de apoyo a la localización para el botón de llamada de emergencia.
El Clio E-TECH tiene tres motores, uno de gasolina y dos eléctricos. El de gasolina es atmosférico, con 1,6 litros de cilindrada y cuatro cilindros, y proporciona 91 CV de potencia máxima. Los motores eléctricos entregan 49 y 22 CV, respectivamente. La potencia total conjunta es de 140 CV.
Este Clio E-TECH siempre inicia la marcha utilizando el motor eléctrico más potente y, una vez en movimiento, es cuando entra el motor de combustión. De arrancar el gasolina se encarga el motor eléctrico más pequeño, que también hace que el acople con la transmisión sea suave.
En general, el cambio funciona bien y resulta cómodo, aunque a veces en lento en su respuesta.
El Clio E-TECH puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 10 segundos y alcanzar los 180 km/h.
La batería que alimenta los motores eléctricos es de iones litio y está colocada por debajo del maletero. Esto hace que el E-TECH pierda 86 litros de volumen frente al gasolina normal y se queda en 254 L.
El conductor puede forzar el modo de funcionamiento eléctrico pulsando un botón con la indicación EV situado en la consola, aunque para que se active este modo la batería debe estar como mínimo a la mitad de carga.
Según Renault, la autonomía en modo eléctrico puede llegar a los 5 km siempre que no se superen los 75 km/h, pero en la realidad esta cifra es casi imposible de alcanzar.
El cambio tiene una posición “B” que proporciona una gran retención cuando se deja de pisar el acelerador. Esta función es habitual en los coches eléctricos e híbridos y la deceleración es tan alta que se encienden las luces de freno, aunque no se esté pisando el pedal. Cuando el conductor se acostumbra, se puede conducir en ciudad sin casi utilizar los frenos, aunque para detener el coche completamente y mantenerlo parado hay que pisar el pedal de freno.
Renault da un consumo medio de 4,4 L/100 km y a nosotros nos ha dado 5,5 L/100 km.
Hay tres modos de conducción, denominados Eco, MySense y Sport, que cambian bastante la respuesta del sistema híbrido. Con el Sport, la respuesta al acelerador es más rápida y efectiva, y también lo son las retenciones. En el modo Eco lo habitual en Renault es perder un 30% de potencia para bajar los consumos y en el E-TECH la respuesta al acelerador se vuelve más lenta, aunque se gana en suavidad de marcha. El modo MySense tiene una respuesta intermedia, aunque más cercana al Sport.
El coche incorpora detalles de modelos del segmento superior e incluye de serie elementos como los limpiaparabrisas escamoteares, los faros Full LED, un programador de velocidad con limitador, reconocimiento de señales de tráfico y un sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas.
El Clio ha ganado en amplitud y hay espacio suficiente para que cuatro adultos viajen de manera cómoda. Un quinto ocupante en la plaza central trasera lo hará bastante más incómodo, ya que es muy estrecha.
El acceso a las plazas traseras es engorroso, aunque se dispone de un buen espacio longitudinal para las piernas y una adecuada altura libre al techo para las cabezas. No cuenta con salidas de aire orientables del climatizador y las ventanillas no bajan del todo.
El vano de carga del maletero queda relativamente alto y el suelo está bastante más abajo, lo que hace incómodas las maniobras de carga y descarga. La capacidad de carga se puede ampliar abatiendo los asientos traseros que están divididos en dos partes asimétricas 60/40. Bajo el piso se cuenta de serie con un kit para reparar pinchazos, aunque en opción se puede contar con una rueda de repuesto.
La postura al volante es cómoda, con un asiento que ofrece una correcta sujeción lateral, aunque no cuenta con regulación del apoyo lumbar. Hay una cómoda plataforma donde colocar el pie izquierdo y tres prácticos asideros en el techo.
El sistema de entrada y arranque sin llave mediante una tarjeta es muy cómodo. Al acercarnos al coche, éste detecta la llave y enciende las luces de posición. Podemos abrir las puertas y el maletero accionando los tiradores, y cuando nos alejamos unos metros, el coche cierra de forma automática, se pliegan eléctricamente los retrovisores exteriores y nos avisa con un discreto pitido.
El coche es muy fácil de conducir y ofrece un buen compromiso entre eficacia y confort de marcha. Los tarados de suspensión tienen una dureza intermedia y el balanceo de la carrocería es escaso.
La agilidad en zonas de curvas enlazadas es notable y el aplomo a velocidades elevadas es bueno.
Su tamaño compacto le permite circular con soltura por ciudad y para las maniobras de aparcamiento cuenta de serie con los sensores de distancia traseros, aunque en opción se ofrecen los sensores delanteros y la cámara de visión trasera.
Los precios en España están entre los 21.650 € del Intens y los 25.625 € del Initiale París.