Los aventureros de las películas parecen no tener dificultades a la hora de conducir fuera del asfalto. Sin embargo, la realidad no es tan amable y los problemas surgen incluso para las manos más expertas. Toma nota de lo que debes hacer si te ves en un apuro.
Descender una pendiente excesivamente pronunciada
Bájate del coche y valora la situación. Pon primera, selecciona el control de pendientes que llevan la mayoría de los todoterreno y, muy importante, no toques ningún pedal –el coche podría girar y volcar–. La inercia del ralentí será suficiente para que el vehículo inicie la marcha y llegue por sí solo al final.
Salir del barro
En el caso de que te quedes atrapada en un lodazal, ata una cuerda entre los radios de una llanta y de ahí al eje de tracción. A continuación, anuda firmemente la cuerda a un árbol, pon el coche en marcha y haz girar las ruedas para que al patinar la soga se enrolle en el eje y haga de polea.
Inclinación lateral
Si te desplazas lateralmente por una pendiente y crees que puede haber riesgo de volcar, gira el volante en dirección hacia abajo aunque te parezca raro. De lo contrario, volcarás.
Vadear un río
Comprueba primero la profundidad del cauce y pasa acelerando suavemente, para que no entre agua por la toma de aire del motor.